NUESTROS INICIOS:
La Comparsa de Estudiantes inicia su andadura en nuestra ciudad en un frío Enero de
1944, junto a las otras cuatro comparsas, que protagonizaron la recuperación de las fiestas de
Moros y Cristianos en Elda. Después de una ausencia de más de cincuenta años, sólo hacía
falta una pequeña chispa para volver a encender las ganas de fiesta. Y esta chispa tuvo lugar
durante la celebración de San Antón en 1943, fecha en la que unos pocos entusiastas, con
trajes prestados de amigos festeros de Petrel, Sax y Villena, y sin pensar en otra meta, que no
fuera la de sorprender a sus vecinos, abrieron la puerta a todo lo que hoy celebramos.
En este grupo ya figuraban dos Estudiantes, Julián Maestre y Jorge Juan Gutierrez, y
otros dos jóvenes, que aunque en ese año aparecen con vestimentas de otras comparsas, al
año siguiente ya consiguen un traje de Estudiante, que se convertiría, especialmente en el
segundo de ellos, en una prenda de por vida. Estos son Antonio Juan y José Vera.
Tras el primer desfile, realizado espontáneamente en 1944, y en el que participan
junto a otros amigos, gracias a la ayuda, en forma de préstamo de trajes y de refuerzos, de los
Estudiantes de Petrel –colaboración que se mantendría en la primera época-, se decide la
fundación de la Comparsa de Estudiantes de nuestra ciudad, constando como fundadores,
aparte de los mencionados, Ramón y Rafael Navarro, Juan Mira, Maximiliano Aguado, Luis
Amat, José Navarro, Tomás Brazal, Leopoldo Merino, Manuel Martínez, Joaquín Tordera, José
Juan Alba, Manuel Amat, Juan Busquier, José Porta, José Ma. Navarro, y José Díaz Domene, de
hombres; Balbina Navarro y Conchita Gosálvez, de mujeres; y Rafael Navarro Brazal, Antonio
Juan, Isidro Aguado y José Antonio Gonzálvez, como niños.
Como primer acto, tras la fundación de la Comparsa, se celebra la primera salida a la
calle el 17 de Septiembre de 1944, realizándose “La Promesa” -bendición de la primera
bandera de la Comparsa-, para hacer a continuación, un corto pasacalles, disparando sus
arcabuceros por los alrededores de la recién construida Iglesia de Santa Ana.
Cuatro meses después, los días 20, 21 y 22 de Enero de 1945, se celebraron
oficialmente las primeras fiestas de Moros y Cristianos de Elda, después de más de medio siglo
de ausencia en nuestras calles, con la participación de unos pocos Estudiantes.
En un tiempo, que se alargaría hasta principios de los años sesenta, en el que la carga
económica de la fiesta era soportada por unos pocos amigos, y especialmente por sus familias,
sería injusto olvidar a otra persona que en un segundo plano, aportó igual entusiasmo que
estos, y lo que también es muy importante: la ayuda económica necesaria con la que sufragar
en muchas ocasiones, los gastos que originaba la salida de la Comparsa a la calle, incluida la
donación de su primera bandera. Esta es Balbina Navarro Poveda.
También es necesario recordar a la primera Abanderada que tuvo la Comparsa, un año
antes de su fundación oficial, como fue Ventura González Vera, y a los primeros cargos ya
oficiales en el año 1945, Conchita Gosálvez Vergel y Luis Amat Maestre.
La fiesta -y la Comparsa de Estudiantes no es una excepción-, ha sufrido a lo largo del
tiempo importantes fluctuaciones, dependiendo de malos y buenos momentos económicos, o
simplemente de modas. Pasados los primeros años, se entra en la década de los 60, en los que,
una vez agotado el entusiasmo inicial, llegan a quedar sólo dos comparsistas en activo, José
Vera Juan y Anto. Miguel Lucas Díaz. Estos, echando mano del ingenio y entusiasmo por esta
Comparsa, idean fórmulas para facilitar a los interesados el ingreso a la misma, y la adquisición
de un traje propio.

También reciben la ayuda inesperada, del grupo musical “La Matraca” de Játiva, que
les acompañó durante veinte años. Este grupo, dirigido por el maestro Solbes, les enseñó, con
su peculiar forma de desfilar, entre otras cosas, a hacer los conocidos “caracoles”, y a usar el
humor como factor distintivo de la comparsa. Con este humor organizado, se fueron
realizando año tras año, como cierre del desfile de la Comparsa el segundo día, unas parodias
sobre la actualidad, que llamaron “numericos”, y que duraron hasta que el volumen de
comparsistas, y el nivel de exigencia de la Fiesta en general, lo permitió.
Esta manera de entender la fiesta, el estímulo para la participación plena de la mujer,
y los cambios sociales producidos en los años setenta, hicieron que fuera vista por los jóvenes,
como la ideal para participar en la fiesta, acudiendo en tromba, y llegando a inundar las calles
con una marea interminable de Estudiantes, que hizo de esta Comparsa la más numerosa en
esa época, con cerca de mil doscientos festeros, y once bandas de música en un solo desfile.
Uniforme:
El traje estudiantil, es el resultado de varias modificaciones efectuadas a lo largo del
tiempo, sobre el modelo inicial de la Comparsa de Estudiantes de Villena, la más antigua de
todas, y sobre la significativa modificación, hecha por esta misma asociación en 1925.
Las puntillas originales dejan paso a los cordones, también blancos, en cuello, puños y
camales, colgando de estos últimos, que terminan por debajo de la rodilla, dos borlas blancas;
aparece la gola para el cuello; la chaqueta que era totalmente negra, adquiere tres cordones
horizontales blancos, la capa se alarga hasta media pantorrilla; se introduce el gorro de
guerrilla, aunque se sigue usando el bicornio, y se simultanea como armas, tanto el lapicero
como la cuchara.
Sobre esta base, en la Comparsa de Elda, se siguen haciendo pequeños cambios, que
buscan dar más alegría al traje, como son la incorporación de escarapelas de las que cuelgan
cintas de colores, tanto en la capa como en la manga izquierda, el cinturón en charol negro con
ribetes blancos, y hebillas forradas en blanco en los zapatos.
En 1999, buscando realzar más la figura femenina, se crea un traje oficial para las
comparsistas de este sexo. Este traje, partiendo de la base del masculino, elimina el cinturón, y
ciñe a la cintura la chaqueta, con escote cuadrado en hombros, y con pico en el centro, mangas
de jamón, y puntilla asomando en cuello y puños.
El pantalón es estrecho y recto, y la capa negra va de hombro a hombro, dejando ver
las mangas, con cuatro escarapelas y cintas de colores.
Nuestra sede:
Durante muchos años, la Comparsa tuvo su sede en un local situado a las espaldas del
antiguo cine Rex, en la calle Lope de Vega. Al final de esta época, empiezan unos años de
peregrinación en diversos locales, hasta que la Directiva del año 1998, presidida por Juan Gil
Azorín, con la aprobación de la Asamblea General, decide adquirir la sede que hoy ocupamos,
sita en la calle Lamberto Amat, 22. Fue construida en los años 30 como vivienda, por encargo
del industrial Emiliano Bellot Galiano, en una zona que en aquel momento era agrícola. A causa
de los vaivenes de la economía cambió varias veces de propietarios y de uso, llegando a
convertirse en un almacén de curtidos hasta el 3 de Abril de 1998, en el que es comprada por
la Comparsa. Tras los trabajos de restauración, en los que se ha conjugado el respeto a la
fisionomía y morfología exterior del inmueble, con la adaptación de su interior, a la funcionalidad festera requerida, queda convertido en un local casi diáfano, siendo inaugurada como sede oficial de la Comparsa el 2 de Mayo de 1998.

Foto desfile 75 aniversario (Valle de Elda)